Iglesia deplora el afán por la riqueza rápida
La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) advirtió ayer que República Dominicana pertenece a un grupo de países que actualmente experimentan una acelerada situación de violencia, inseguridad, intolerancia e irrespeto a la dignidad de la persona.
“Ha aumentado la avaricia, el deseo de obtener riquezas de manera fácil y rápida y la indiferencia frente al valor de la justicia como fundamento de la paz, la estabilidad social y el desarrollo de los pueblos”, expresan los obispos en un mensaje emitido con ocasión del 179 aniversario de la Independencia Nacional.
En el mensaje titulado “Seamos honestos y practiquemos la justicia”, la CED exhorta al pueblo dominicano a comprometerse con el fortalecimiento del sistema judicial, desde la honestidad y el respeto a las leyes.
La iglesia Católica recordó un mensaje similar emitido en 2015, enfocado en la justicia y la paz, para destacar en la reflexión actual que algunos males relacionados con la justicia siguen latentes y constituyen un obstáculo para la aplicación justa de las leyes, tales como la violencia, la desigualdad, la carencia de transparencia y la impunidad.
Los obispos plantean que, aunque a partir de 1994 se registraron avances en el Poder Judicial con las reformas impulsadas, hay que seguir trabajando en una serie de retos, como son la protección de testigos y víctimas, la igualdad entre las partes, así como agilizar y disminuir los costos de los procesos judiciales.
Cita, además, la eliminación del tráfico de influencias en la administración de la justicia, la descentralización, tener un personal suficiente y adecuado para poder responder a la agilización de los procesos y seguir fortaleciendo la independencia del ministerio público.