Año escolar cierra con las deficiencias del principio
El año escolar 2022-2023 está a punto de terminar enfrentando los mismos desafíos básicos que constantemente evidencian las “deficiencias” del Ministerio de Educación como consecuencia de su no tan fructuosa gestión pública, entre ellas; déficit de maestros pese a existir un banco de elegibles, aulas sobrepobladas, falta de mobiliario, equipamiento y laboratorios.
Así lo demuestra el estudio denominado “Estado de la Educación Dominicana“, elaborado por el Observatorio Educativo del Instituto de Educación y Formación Pedagógico Sindical (INSFOPED), de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), en el que se expresa la existencia de “serias debilidades de eficiencia interna” en el referido ministerio, a pesar de los “cuantiosos recursos invertidos”.
Pero, ¿de qué manera se ve reflejada esta “inoperancia” en las aulas? El estudio indica que el 73% de las escuelas públicas no cuenta con las condiciones para propiciar un correcto ambiente de aprendizaje significativo a los estudiantes, problemática que luego se ve reflejada en resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA).
De todas las dependencias del Estado, el Ministerio de Educación no se encuentra si quiera entre las 100 instituciones públicas mejores gestionadas, sino que aparece en el lugar 110 de 184 existentes.
Mientras que dentro de la misma categoría de evaluación pero aplicada a los Ministerios, al analizar su posicionamiento en el Sistema de Monitoreo de la Administración Pública (SISMAP), no se ubica al menos entre las 15 primeras posiciones, sino en el lugar 19 de 23 que hay.
Con una muestra de 650 escuelas a nivel nacional, entre ellas un 75% de Jornada Escolar Extendida y un 25% con Jornada Regular, se comprueban las carencias que impactan a miles de estudiantes y entorpecen el proceso educativo de misma cantidad de docentes.